
Van los dos a cazar. El piro con una piedras mato una sachavaca. El hoyakali la cargo sobre sus hombros como si hubiera sido una paja, y caminaba con ella cantando y jugando. Sus fuerza era enorme. El palo o árbol que le estorbara el paso lo apartaba o lo trozaba con los dedos. Hoyakali dice al piro: "No has visto pisadas de sachavaca?". El piro le contesta: "No las he visto". El dios le dice:"Mira, pisadas de sachavaca". El piro dice: "No son de sachavaca sino de un ratón de pechuga blanca que camina en las orillas de los ríos". Dios dice: "Sigamos al ratón". Siguieron las huellas del ratón con el perro del hoyakali que era sachavaquero. El perro encontró al ratón y el ratón se metió en el rió. Entonces el piro le disparo una flecha en la blanca pechuga y salio una sachavaca zambullendose en el agua mientras se desangraba.
El piro regreso a su casa convertido en hoyakali. Tenia poder para transformar las cosas y los animales, lo mismo que su maestro. En la casa no estaba el cuñado que le acompañara al monte. Su cuñado era el hoyakali que había visto y que le había enseñado la ciencia de los dioses. Después de instruirle habia volado a la patria u olimpo de los hoyakali, dejando en la tierra su reemplazo, que serviría de enlace entre los piros de esta vida y los de la otra.