Pishtaco II

0
Lo primero que los dos guardias vieron al entrar en la vieja choza las uñas gruesas y renegridas de dos pies amoratados. El resto del cuerpo yacta cubierto con una raisa manta de colores, las dos ojotas de estaban desperdigadas y mas allá se veían los restos de una silla partida. Los hombres, armados con revolver, siguieron entrando despacio, tanteando el suelo aun pegajoso. Había un fuerte olor a carnicería, a camal.

La noche ya cerraba el cielo, de modo que los guardias tuvieron que encender una linterna par alumbrar al fondo y distinguir que era ese bulto en un rincón. Con espanto notaron que se trataba de la cabeza desprendida del cuerpo: aun llevaba puesto un gorro de lana y estaba tirada como si la hubiesen pateado con furia, por inservible . Horrorizados, los dos policías se acercaron al cuerpo tendido, retiraron la manta y comenzaron a levantar lentamente el poncho endurecido por la sangre seca. Al hacerlo, sintieron un fuerte impacto de pavor y asco por lo que se mostraba ante sus ojos; el joven estaba despanzurrado, su vientre abierto y vació, como si una fiera hubiera devorado los intestinos.

En Lircay, al día siguiente, toda la gente ya estaba enterada del terrible asesinato y de eso nomas se conversaba. Incluso subió una camioneta de la policía de Huancavelica para investigar el caso. En la plaza, la gente hablaba:- Pishtaco es- dijo una anciana de largas trenzas que estaba hilando lana.
-Si, el nakaq es- añadió otra señora que estaba a su lado, tejiendo-. Tiempo no veíamos  por aquí las maldades de esos barbudos. Buen muchacho han agarrado,. Joven, fuerte... Se han llevado su energía, su interior.

Un policía se acerco: "A ver, señoras, cuenten todo lo que saben sobre ese nacag".-Aqui mas se le conoce como nakaq, ósea, degollador. Pishtaco también le decimos porque "pishtay" quiere decir cortar, descuartizar, pues dicen que esos malditos no solo matan a la gente, sino también les gusta despedazar, hacer tiras con las carnes humana, algunos, peor todavía, la comen como chicharrón. Pero lo que mas buscan  es la grasa del hombre para venderla en las ciudades del exterior.
-¿Y para que la venden?
-La grasa, pues, vale. La convierten en polvo, luego en pastillas, en remedios. Así se curan ellos, los extranjeros.-Aja, asi es- continuo la otra señora-. Pero también dicen que la grasa la llevan a las grandes ciudades para hacer funcionar sus maquinas, con la grasa del hombre la maquinaria funciona mejor, trabaja mejor y dura mas. Esto no es de ahora nomas, esto ya es de tiempos lejanos, desde que los españoles han llegado. Por eso, antes la grasa de los cholos la usaban para fabricar las campanas de las iglesias, y los curas contrataban a los pishtacos para que maten y les lleven tinajones de grasa de hombre...
-Si, las campanas de la iglesia suenan mejor, tienen un lamento mas triste con la grasa de los hombres. Así dice que decían antes. añadió la señora de trenzas.

Los policías encargados del caso continuaron recogiendo datos, historias, relatos. Días después, encontraron un cuchillo con sangre tirado en un camino perdido, y muy cerca de ahí una capa negra. Nada mas. Después la policía se fue y todo quedo en eso. Pero los lircainos, luego de esa noche sangrienta en la que mataron a uno de sus jóvenes, estaban avisados y ese era el tema de conversación y pánico en todas las casa, pishtacos ha venido, hay que andarnos con cuidado, en grupos, hay que mirar bien las curvas de los caminos, hay que cerrar las puertas hay que estar con nuestros machetes y picos a la mano para darle duro al nakaq.
Pero nunca volvió a aparecer un pishtaco ahi en Lircay.

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios