
fabricar campanas y remedios par la piel, que costaban mucho dinero.
Yo se mucho de esto no solo por lo que me contaron mis padres sino porque cuando yo fui a trabajar a casa de un hacendado que era ya conocido como nakaq, llegue a su casa de un momento a otro y encontré en su casa a un hombre colgado, sin cabeza y la grasa a en perol. Yo, de miedo me escape corriendo. El hacendado me llamo al verme para que trabajara, pero no fui nunca mas a trabajar a la casa del hacendado. Es lo que me paso.