Estos pishtacos eran mas o menos un grupo de cuatro o tres personas, en donde solo se acostumbraban a atacar de noche, cuando se iban a trabajar a sus chacras. Después, cuando se enteraron sobre este asunto de pitacos, se formaron en grupos para sorprenderlos y que es lo que hacían con la gente que siempre desaparecía. Así una noche lo chaparon y se hicieron llevar al sitio de su mafia. Es donde se hicieron contar toda la verdad de que ellos tenían contratos con gente de plata, en el cual ellos les
ofrecía pagarles buena cantidad de plata. Sacaban su grasa de los muertos. Lo tajaban con el cuchillo como lo degüellan a los animales, y sacaban su grasa. Según que se hicieron contar con los pistacos su grasa era utilidad para las campanas de las iglesia, para las maquinas de las empresas privadas que los contrataba.También actualmente sigue este tipo de pistaco. Hay un ingeniero que esta realizando un trabajo, que es la carretera de Ayacucho a Julcamarca, donde este ingeniero es creyente en la Pachamamas, que es el cerro. Una noche en sus sueños se le acerco una imagen con un vestido blanco, donde le pidió que para que le vaya bien ese trabajo, tiene que conseguir unos diez o veinte personas para colocarlos dentro de la tierra todos vivos. Ahora, el ingeniero ha contratado a estos pistacos ofreciéndoles buena cantidad de plata para que pronto deberían conseguir sea niños o jóvenes. Por eso al escuchar esta situación puse una denuncia a la comisaria, y en donde no me creyeron, pero de todas maneras iban a mandar hacer una investigación.
