
En la gran extensión plateada el rey monstruo se paseaba solitario. El Talumanya pensó que eso no era bueno, entonces creo otro Amaru, de color mas oscuros para diferenciarlo.
Pero sucedió que, desde ese instante, no hubo tranquilidad. Los dos monstruos gigantes se disputaron la supremacía del lago. Cada uno quería reinar sobre el otro.
Para castigar la soberbia de los seres, el dios Con Ticsi Viracocha descargo una tempestad cuyos rayos mataron a ambos. Se estremeció todo el mundo. Los amarus cayeron deshechos sobre el lago.
Debido a las conmociones, las contenciones de las parte sur se rompieron y las aguas corrieron torrentosa mente. Solo en Paca y en Ñahuinpuquio quedaron residuos del gran lago. Entonces, el rió Huancamayo empezó su sereno cauce de norte a sur y se formo el valle. La paz reino en todos los ámbitos. Germinaron las plantas y aparecieron los animales. La vida floreció en miles de colores.