Dos Jovenes Desconocidos

0
Antiguamente lograr que los animales procrearan abundantes crías y los campos rindieran ricas cosechas requería de una serie de ritos y ceremonias. Igualmente, llegando de caza de vicuñas y para que esta fuera exitosa era necesario orar, cantar y bailar todas las noches hasta llegado el amanecer.

Quienes solían ejecutar estos ritos eran los jóvenes. En ese estaban una noche un grupo de chicas y jóvenes del pueblo cuando hizo su aparición un par de muchachos a los que nadie conocía. Vestía hermosos ponchos y bufandas de vicuña, chullos puntiagudos y chuspas vetosisimas. Cambien un bello látigo. Desde esa vez empezaron a venir todos las noches y se retiraban siempre antes del amanecer.
Dos Jovenes Desconocidos

El grupo empezó a preocuparse por el extraño proceder de esta pareja de muchachos:

-¿Quienes serán estos desconocidos que vienen solo de noche? ¿Algunos los conoce? ¿Quienes, pues, serán sus padres?-se interrogaban.

Así hablando entre ellos llegaron a un acuerdo. Esta misma noche sabrían de quien se trataba. No los dejarían escapar.

Como acostumbraban hacerlo todas las noches, los amigos se reunieron y empezaron a cantar y bailar. Minutos mas tarde se unió a la ceremonia el par de desconocidos. Fueron avanzando las horas y acercándose el amanecer y los desconocidos quisieron retirarse, pero los muchachos los retenían haciéndoles danzar y distrayendo les con su conversación. Los primeros rayos del sol hicieron su aparición.

-Ya es de día, suéltame hermanita, ya es de día- grito uno de los desconocidos. Al instante se convirtieron en dos zorros viejos de pelos canosos, las quenas de oro se volvieron hueso y el bello chicote ternose palito de quinua y partieron en rápida huida hacia los cerros.

Cuentan los abuelos que en los tiempos antiguos los zorros acostumbraban caminar de noche convertidos en seres humanos.

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios