El Human-Tactac y el Qui-Quick

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Hay la creencia en que, durante el sueño, las cabezas de algunas personas (que pronto ha de morir) suelen separarse del cuerpo y vagar por el espacio, buscando donde adherirse, produciéndose siniestros graznidos: ¡tactactac! ¡tactactac! ¡qui.quick! ¡qui.quick!

Por eso, dicen los campesinos, no es bueno tocar la cabeza de toda persona que ronca al dormir, porque es susceptible que se le haya separado la cabeza del cuerpo.

El Human.Tactac es cabeza de mujer y el qui.quick es cabeza de hombre. La primera hace mas ruido que la segunda por los cabellos. Ambas cabezas tiene la propiedad de revolcarse en las cenizas de los basurales, donde dejan huellas visibles. Persiguen a quienes las insultan, pretendiendo pasar por entre sus piernas, solamente tienen miedo al junco, que es un arbusto espinoso.

Son frecuentes los casos de proezas de las cabezas voladores. Para ilustración vamos a referirnos a un hecho reciente y a otro tradicional.

                  I                     

TAYTA Pachito atravesaba la pampa de Cocha cuando por el espacio cruzo el fatídico qui-quick y nervioso, tayta Pachito, le dirigió este grueso insulto: "una g. p qui-quick c.". Entonces la cabeza voladora retrocedió amenazante contra el viejo, quien lejos de amilanarse, acaso por nerviosidad, prorrumpió en otros improperios; pero su sorpresa fue tal que a cada insulto, se multiplicaban las cabezas y le zumbaban por todas partes, hasta el extremo de que enloquecido, solo atino a gritar con todas sus fuerzas: "¡tanta!, ¡tanta!. Luego quedase desmayado. Pero el viejo quiso cobrar su revancha. Cierta noche, montado sobre juncos y blandiendo ramas del mismo arbusto, se atrevio a gritarle cuando surcaba el espacio una cabeza voladora, "Ismayta micuy husmantactac", le dijo a propósito. Entonces la cabeza, como era de esperar, se abalanzo airadamente contra el, pero como estaba armado, logro asirla de los cabellos, la reconoció a la luz de su lampara de Kerosene y le tizno la cara. Temprano, al siguiente día, fue a la casas de aquella persona cuya cara había tiznado en la noche, y con gran sorpresa, constato que efectivamente era la misma.
                 
El Human-Tactac y el Qui-Quick


II

Un joven campesino, antes de ingresar a la choza, solía llamar a su enamorada para así covencerse si estaba sola o acompañada. Una noche, al no obtener ninguna respuesta se ella, temeroso y en puntitos, se acerco a la choza y sintió que roncaba. Inexperto, quiso palpar la cara de la muchacha, pero su sorpresa fue grande al comprobar que no tenia cabeza. Entonces tomo un mate que allí había y lo adopto al cuello, y el se oculto debajo de la cama. No tardo en presentarse veloz el human-tactac y trato de reincorporarse al cuerpo de la muchacha, pero como chocaba con el mate que le obstaculizaba, salió airada varias veces y volvo otras tantas, hasta que se adhirió al hombro del joven que, por curiosidad, habíase asomado de su escondite. Murió la joven y el andaba con sus dos< cabezas, cuyos órganos cumplían perfectamente sus funciones. Vicia angustiado por ser un fenómeno en la comunidad, hasta que cierto confesor, cuaresmero por fortuna, le dijo al joven se fuera a la Montaña y allí se deshiciera de la cabeza adherida, precisamente en el momento oportuno en que ella le solicitara una fruta apetecida. Efectivamente el joven se dirigió hacia allá y, en cierta parte de la jornada, la cabeza le solicito una fruta que colgaba de una rama. El, se pretexto de cogerla, trepo al árbol dejando desesperadamente la cabeza. En esos precisos momentos paso por allí un luycho, a cuyo lomo se adhirió la cabeza y el animal, al correr despavorido, destrozo los cabellos del humantactac. El joven regreso a la Comunidad sin la cabeza de su india.

El Human-Tactac y el Qui-Quick

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