En las noches la joven reciba las visitas se su enamorado pero ni bien amanecía, este se alejaba de su casa dejándola dormida. Durante el día jamás se la veía en parte alguna.
Cierta vez la muchacha, ya algo preocupada le dijo:
-Oiga señor ¿nunca le voy a ver de día? Aunque sea solamente mañana quédate en la casa.
Así rogaba y rogaba la joven, pero siempre había un pretexto del amante para irse antes de la salida del sol.
Esta actitud sembró la duda en el corazón de la muchacha quien pensó, que había otra mujer de por medio. Nadie le hacia caer en cuenta de que su enamorado era una persona sino un escarabajo que hacia sus apariciones convertido en un joven elegante.
Pero lleno un día que ante la insistencia de la chica, el enamorado le dijo:
-Mañana anda a la camaña a verme y llévame bastante fiambre. Allí estaremos construyendo un cerco.
Al día siguiente, la muchacha se dirigió a la camaña llevando el fiambre, pero cuando llego no encontró ni cero ni a persona alguna. En vano espero durante largo rato, de su prometido no había ni el rastro, Lo único que le llamo la atención en el solitario lugar era un enjambre de escarabajos que revoloteaban tratando de rodar unas volitas de excremento de llama de un lugar a otro. Al centro del grupo un escarabajo de mayor tamaño hacia mas ruido que los demás juntos. Parecía como si diera ordenes.
Bien molesta por la espera infructuosa, decidió regresar a su casa. Esa noche su prometido, como era su costumbre, fue a visitar, pero ni bien llego le dio una tremendo paliza, gritándola por no haberse llevado la comida.
-¿Por que no me alcanzaste? Ahora ¿Qué me va a decir la gente por pasármelo sin almuerzo?
Creyendo ser nuevamente objeto de burlas, la chica replico:
-Tu ¿ gente o diablo eres? No me mientas. He ido a la camaña y no había nadie que fuera gente. Solamente escarabajos empujando volitas de excremento he visto y uno grande que los otros que los correteaba como si fuera el jefe.
-Pues ese escarabajo grande era yo, los otros eran mis trabajadores.
Diciendo esto el joven se convirtió en escarabajo y empezó a volar zumbando, perdiéndose en la oscuridad.
Aun con el corazón queriéndose salir del pecho, la joven cayo en cuenta de que había estado andando con un escarabajo.
