El señor de Huanca

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"En 1992 un amigo mío me dijo que tenia un lienzo del Señor de Huanca y me lo regalo por ser carrasqueño. Con nosotros vivía mi suegra, que era muy devota del Señor de Huanca y solía ir a la fiesta en el santuario cada año. Cuando mi amigo me regalo el lienzo, yo lo coloque en la sal de mi casa. Al poco rato escuche que mi esposa y mi suegra comenzaban a llorar y abrazarse, hablando en quechua . Al principio no les di importancia y pensé que quizás era porque estaba tomando licor; al fijarme mas, escuche que estaban cantando en quechua los tradicionales cantos del Señor de Huanca y me pidieron que cantara con ellas. Me impresione mucho el respeto que ellas tenían al Señor y desde entonces comenzamos a rezarle regularmente en la casa.


Luego, mi hija, quiso ofrecerle una misa al Señor. Voluntariamente le nació, al ver que teníamos la imagen en casa y también por estar en estado, para que nacieran bien su bebe. Así la primera fiesta con misa fue en 1970, al año siguiente, la fiesta la hizo la familia de mi cuñado, y ese año ya hubo también vísperas y procesión con banda. Desde entonces se sigue celebrando todos los años la fiesta a la que asisten, sobre todo familiares y paisanos.

Yo atribuyo todo mi éxito, como comerciante, al Señor de Huanca. El hace milagros, a los que piden con fe, también envía castigos. En la remodelación le pedí al Señor de Huanca que me tocara este terreno, porque era grande y esta bien ubicado, y me lo concedió. Cuando mi sobrina iba a postular en la Universidad del Cuzco, recién había terminado el colegio yo lo lleve al santuario del Señor de Huanca y se le entregue al Señor y llorando le pedí que le ayudara ; así fue e ingreso a la primera vez. Y una señora conocida del mercado hace poco vino ala casa a ponerles velas al señor(porque le hemos hecho una capilla al Señor en la azotea de la casa), en agradecimiento de que su puesto no se quemo en el incendio que hubo en el mercado, la señora, cuando vio la candela, comenzó a gritar:" Señor de Huanca, Señor  de Huanca , ayúdame". Y luego no llego hasta el puesto. Fue un milagro. Pero el Señor de Huanca también castiga, cuando no se le cumple. Mi cuñado, una vez que paso la fiesta, no rindió bien las cuentas, además, su esposa se había preocupado mas por el baile que por celebra el Señor. Al día siguiente de la fiesta, la mujer amaneció con cólicos fuertes y tuvieron que internarla en el hospital, cuando salió, vino a rezarle al Señor, reconociendo que el le había castigado."

El señor de Huanca







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