
Cierto día un piro, kahonchi, se enamoro de ella. Y aunque le seria difícil llegar a su presencia, lo intentaba por todos los medios de que es capaz un kahonchi. Tomo ayahuasca y toe, consulto y pidió ayuda a los espíritus, y después fue sigilosamente al lugar en donde la joven vivía. El kahonchi la llamo, diciendo: "Dame lo que escondes en lo intimo de tu corazón" La joven, desde las profundidades del agua oyó aquellas palabras, las primeras que en su vida había oído de un hombre. Subió a la superficie a mirar quien era el que le hablaba. El piro le dijo: "Paisana, llévame a tus palacios". Mas la mujer, sin contestar nada, se hundió para salir al momento trayendo las barbas blancas de un yakuruna (gente del agua). La mujer le dijo: "Siempre estos pelos". El piro los sembró. De los pelos del yakuruna nació un piripiri. El piro comprendió que debía usar este priripiri para ver la suerte que la mujer le deparaba. Machuco la cebolla y la masco.
Desde este momento el piro había hecho un kahonchi pescador. Se acercaba al rio y el pescado se hacia manso y respondía a sus llamadas.
Investido de este modo se presento de nuevo a la mujer para pedirla en matrimonio.
La mujer le dijo: "¿Has masticado el piripiri", "Si", le contesto el piro. Ella le dijo: "Ahora puedes venir conmigo dentro del agua, pues ya eres pescador para poder alimentarte de pescados".
El piro se desposo con la bella mujer. madre del agua-. Tuvieron varios hijos, los cuales viven en los distintos ríos y e los distintos pozos y son el terror de la gente que habita la tierra.