
Una vez terminada la fiesta, su dueño fue a reclamarla, pero los cotos acordaron no entregarla jamás en la vida. Así trataron al inocente Sukali, que se quedo triste.
Desde aquel día los Cotos tienen la kaja Sukali y este se quedo con la de los Cotos wue no valía. Por eso, dicen los Ancianos de nuestra comunidad, que los Cotos cantan fuerte y su aullido se escucha en varios Kilómetros a la redonda, tienen la kaja de resonancia de Sukali. Por el contrario, cuando este canta, apenas se le oye.