
Al despuntar el alba la madre Komshi manda a sus hijos a cuidar y trabajar las chacras, mientras ella les prepara la comida. Las cabezas, puestas sobre los palos, trabajan y vigilan la chacra, mediante un ruido que producto al golpear sus cabecitas en los troncos: "tu...tu...tu..."
Cuando llega el mediodía descansan. A esa hora su madre les reparte el alimento, el cual, entrando por el pico vuelve a salir por la garganta, pues no tienen estomago. Y después de nuevo a la chacra a hacer el"tu...tu...tu..."
Esta función la repite todos los días y la repetirán eternamente, porque el Komshi "madre de las chacras" y sus hijos son inmortales.
Cuando este pajarito y estas cabecitas oyen que se acerca una persona cesan de golpear sus cabecitas para no ser vistos de nadie. Y nadie podrá verlos porque son muy pequeños.