
Los pobladores de Hoja Redonda aterrorizados por el ser ya no podían vivir tranquilos. Tenían que sus hijos vivieran siempre con miedo. Hasta que decidieron organizarse para asesinarlo, armados de machetes y armas pudieron recolectar, vigilaron muchas noches hasta que apareció. Entonces pudieron matarlo y lo hicieron pedazos. Al día siguiente regresaron por sus restos para enterrarlo. Pero no encontraron ni rastros de el. A partir de ese entonces ya no se le volvió a ver. Así contó hace muchísimo mi abuelo cuando yo era pequeño.