Que siempre y con el objeto de ganar sitio y tiempo se dirigía al puquio, que queda en la bajada de chontapaccha, como a las cuatro de la mañana, alumbrandose con su linterna de kerosene, será mas o menos las dos de la mañana en que llego al puquio, bajo su "quipe" y que ya había comenzado a remojar la ropa cuando, con gran sorpresa vio que un bulto salía del puquio y tumbándola practico con ella el acto sexual, no obstante los gritos que daba y la resistencia que opuso. Que desde entonces por las noches, el mismo bulto entraba a su casa y que subiéndose a la tarima en donde dormí volvía a practicar el acto sexual, sin que ella ni su marido pudieron oponerse.Que como resultado se estas relaciones a los nueve meses dio a luz un muchacho deforme, con la cabeza parecida al del chancho, el mismo que felizmente al poco tiempo murió. Que después del alumbramiento volvió el bulto y que el marido escuchaba en forma muy clara cuando la poseía sexualmente. Que de tales hechos dio cuenta a una de sus comadre, quien la aconsejo que echara agua bendita a la casa y colocara en la cabecera de la cama una cruz de acero, como que en efecto lo hizo desapareciendo desde entonces el duende del puqio