Sus cuentos y tradiciones hablan de ataques de los chunchos a los fundos; de los "Kimanos" o piedras de los caminos pre hispanos, y nos falta en ellas como elemento siempre constante, el trapiche, el cañazo o la miel, pues la industria del asucar es parte importante de su economía.
Es notable que aparezca la sirena- madre de una poza - bañándose o peinando su cabellera, sentada sobre la chorrera, cerca del pueblo Santa Rosa (Rodriguuez de Mendoza).

Y las cuatro lagunas de puquio, en el Distrito de San Miguel, de una de las cuales surgía una víbora cuya muerte fue la causa de que "deje de florear la caña".
Pero también se hacen patentes las formas saciales. La hospitalidad de los pueblos del interior puede haberse crimentado con narraciones como la del Pantano de "Mono muerto", formando junto a la hermosa laguna "Morochal". Como castigo por negarle comida y hospedaje, un brujo maldijo al dueño de una inmensa hacienda "Tu palacio se convertirá en laguna, tus animales en peces que comerán tu cada ver, tu finca en un pantano improductible y tu trapiche en un viboron trenzado que será dueño de toda tu reliquia y riqueza. Y allí están el pantano y la laguna en el Distrito de Huambo.