La jovencita le contesto: "No me fastidies, No me fastidies". No quería saber nada de el. La mañana siguiente, fue como siempre al campo a pastar las ovejas. Entonces ese joven aun la perseguía. "Oye, muchacha, ¿me quieres o no? ¿Me quieres o no?"
La joven contesto: "No me fastidies. No me fastidies"
Todos los días el joven procuraba ir a donde ella estaba pasteando las ovejas. Ese hombre siempre estaba tras de ella. El era muy elegante, tenia un sombrero de vicuña, una chalina de vicuña... un joven elegantísimo. Cuando iba allí, decía: "Te quiero mucho óyeme jovencita. ¿Me quieres, o no?".
Por fin, la jovencita dijo: "Ya" Por fin tuvieron un encuentro y se amaron. Desde entonces se encontraban todos los días, allí donde pasteaba las ovejas.
Un día el le dijo: "Esta noche voy a ir a tu casa. Voy a ir a donde tu duermes". Entonces ese joven comenzó a ir cada noche. Solía ir desde entonces todas las noches. Y cuando seguían yendo todas las noches, la jovencita, salió encinta. Estaba encinta.
La jovencita dijo al joven: "Tienes que hablar con mis padres. Tienes que hablar con mis padres. Estoy encinta por tu culpa. Por eso tienes que venir a hablar con mis padres". Pero ese joven no quiso. Solo aparecía en la noche, y no quiso.
A la fuerza, ella lo agarro una mañana. Iba todos los días a dormir, pero siempre salía en la mañanita. Se iba ya a las tres o las cuatro de la mañana. No esperaba hasta el amanecer. Un día la jovencita se puso fuerte, y dijo: "No, hoy día te vas a quedar, como sea. ¿Por que tu te vas todos los días temprano, antes de que amanezca? ¿Por que, ah? ¿Por que? A lo mejor tienes otra mujer. Eso debe ser, ¿no? Por eso ni quieres que nadie te vea". La jovencita se agarro del poncho de el, y dijo: "No puedes ir. No puedes ir. Tienes que esperar que amanezca. Vas a amanecer aquí".
Cuando ella se le agarro, el dijo: "Suéltame. No seas así. Suéltame. No seas así. "Suéltame, suéltame"
"No. No te voy a soltar. Vas amanecer aquí. No, vas a amanecer". Mis padres quieren conocerte. Vamos a quedarnos aquí" Y no queriendo soltarlo, la mujer se le agarro de cuerpo entero. La agarro fuerte.
Cuando no pudo ir el dijo: "Me voy a quebrar. Me voy a quebrar. Deja de agarrarme. Me voy a quebrar, me voy a quebrar!.
"Quiébrate! ¡Haz lo que quieras! Pero no, te vas a quedar aquí" Cuando llego el amanecer, ella todavía estaba agarrado de el. Ya se estaba haciendo de día. La gente ya estaba pasando. Alli mismo ese joven se resquebró. Se volvió un esqueleto. Bueno pues, no era joven. Era un gentil, uno de los antepasados antiguos. Bueno, la mujer quedaba encinta, estaba encinta. Por fin, pario un esqueleto y no una persona. Allí termina.