Brujas y Cabezas Voladoras
Una vez un joven se había comprometido con una doncella señorita. Pero la doncella señorita le decía al joven que no le visite los días viernes y martes por que tenia compromiso, pero los meses pasaban y se hacia una pregunta: ¿Por que no quiere que le visite los días viernes y martes? El joven se ponía impaciente cada vez mas, y decidió visitarla un día martes. Llego el día martes, por fin el joven se encamino a su casa de su comprometida, la cual, la doncella, era una bruja, esos días se sacaba la cabeza, comenzaba a deambular por las calles, mientras su cuerpo quedaba postrado en la cama haciendo unos chillidos horribles (qar-qar-qar). El joven vio por uno de los agujeros de la puerta, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, se metió al cuarto poniéndose fuerte, al cuello de la chica le puso abundante ceniza, y se metió debajo de la cama esperándola a que llegara, y por fin entro la cabeza al cuarto queriendo regresar a su estado normal, pero no podía pegarse, porque su cuello estaba con ceniza, el joven no pudo soportar y comenzó a reírse, y la bruja como no podía introducir su cabeza, de inmediato se lanzo al hombro del joven pegándose. Asustado, este comenzó a correr por el campo donde producia bastante tunales. El joven le decía: - Quiero comer tunas, te voy a coger unas cuantas tunas para que puedas comer. Pero la bruja no quería. Ya de mucha insistencia la bruja le dijo que cogiera tunas, el joven tendió su poncho para que pudiera esperarle mientras cogía, el joven aprovecho esta oportunidad y comenzó a correr asustado sin rumbo. Por donde estaba la bruja paso una taruca, la bruja se lanzo al cuerpo del animal, entonces comenzó a correr asustado por entre las pencas, tunales, donde había bastante espina, el pelo de la bruja se enredo en los tunales y murió, la taruca seguía corriendo asustada por entre las pencas
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