Dicen que hubo un hombre Padre Eterno, quien avisaba a todas las gentes así, alístense que va haber un diluvio universal, construyendo casas en la cima de los cerros a manera de hornos con cal. Cuando así pregonaba, dicen que las gentes le creyeron loco sin darle importancia pero, mientras algunos no creían nada, otros acogieron sus predicas exclamando carajo de repente es cierto, empezaron a construir casas según las indicaciones de este. Por eso es que aun hasta hoy existen este tipo de casas en Tinyaq y Braguetayuq.Desde de que el Padre había hablado, dicen que llego el Padre Noe. Al llegar, con mucho empeño exigia a los hombres a fin, de que cnstryeran arcas en las que pudieran salvarse del diluvio. Como los hombres de una inmensa casa, colocando al terminarlo, todo tipo de animales hembra y macho, lo mismo que una pareja de seres humanos.
En ese estado de cosas, dicen que llego el diluvio, como si echaran agua el cielo en cantaros llenos de modo uniforme durante cuarenta noches y cuarenta días, lapso en el que morían las gentes retorciéndose como renacuajos, todas las cosas flotaban, muchos hombres subían a los arboles muriendo ahogados a medida que el agua les daba alcanzo. El arca del Padre Noe se elevaba en medio del agua dando vueltas.
Papa Dios, sabedor de que algunos gentiles habían logrado salvarse gracias a que se habían introducidon a sus refugios, dice que envió la lluvia de fuego, con el que recién estos habían parecido con el intenso calor que esta lluvia había producido, retorciéndose y encogiéndose, por eso es que ahora aun podemos ver cuando a estos los sacan de su cavernas, completamente secos y con claros gritos de dolor, con sus bolsistas de coca calcinados.
