Cuando el Hijo de Dios Andaba por la Tierra

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En el tiempo de antes del hijo de Dios sabia andar por la tierra. Se le veía como un viejo y andaba por todo lado, sin cansarse. Andaba así aconsejando a la gente, viendo como vivían, ayudando les. Después de un tiempo algunos brujos diablos se volvieron envidiosos de el y empezaron a perseguirle para matare.

Entonces el Hijo de Dios, dándose cuenta, trabajo una chacra cerca de su casa para esconderse aya, en caso de necesidad. En la chacra sembró maíz, plátano, yuca, todo.

Cuando llegaron los diablos se escapo en la chacra. Primero se fue debajo de la yuca, pero al romperse las ranitas hacían mucho ruido, no había como esconderse. Entonces se fue bajo el maíz, pero también las hojas del maíz, al doblarse hacia mucho ruido, no había como salvarse. Por ultimo se fue debajo del maní, logro esconderse ahí debajo, pero no lo suficiente, porque las hojas eran muy pequeñitas, y escasas.

Por eso hasta hoy día nosotros no podemos comer la yuca y el maíz crudos, tenemos que cocinarlos, en cuanto no lograron esconder al Hijo de Dios. Así mismo el maní se puede comer crudo, pero poco a poco, mucho no se puede.

Entonces  tuvo que salir de la chacra y de su casa y empezó a andar de casa, con los diablos atrás, que le perseguían. Así andando encontraba toda clase de gente, buenos y malos. En algunas casas, viéndole llegar, le decían amistosos:- Ven, ven abuelito. Siéntate cerca del fuego a descansar. Ya anochece. ¿Por que no te quedas a dormir? Te iras mañana. Ahi el Hijo de Dios se alegraba mucho y se iba bendiciendo a todos los de la casa.

En cambio, otros de corazón malo, le decían:-Viejo feo ¿Quién te llamo aquí? No hay puesto para ti, vete no mas viejo brujo. ¿Qué brujería vienes trayendo?.

El Hijo de Dios llevaba consigo todo clase de enfermedades, carachas, hongos.. Entonces eso iba dejando en las casas de los hombres malos, para que se den cuenta. En cambio en la casa del hombre de buen corazón, al día después, de mañana, antes de irse, le preguntaba:-"Amigo ¿Dónde esta tu chacra?". Y el otro le contestaba:-"Mira, allá estoy haciendo una chacra nueva, pero antes voy a acabar mi nueva casa.

-"Bien esta amigo. Trabaja y veras que Dios te va a ayudar". Después el hombre se ponía a su trabajo, a hacer su chacra y antes mismo de sembrar, cuando regresaba el día después, encontraba que todo ya estaba terminado y ya habían crecido las plantas en la chacra, ¡ya estaban cargando!

Así vivió años tras años el Hijo de Dios, visitaba, ayudando. Cuando los diablos le alcanzaba y estaban para cogerle, el Hijo de Dios hacia bajar nieblas en el camino y desaparecía de la vista de los diablos.

Cuando ya vino su hora y de su propia voluntad quiso hacerse coger, se regreso a su tierra, a un cerro llamado El Calvario y llego a la casa de unas mujeres. Ahí se escondió en un cuarto. Cuando los diablos llegaron, empezaron a buscarle por toda la casa, hasta encontrarle. Le cogieron, le castigaron, insultándole, pegándole. Después le hicieron cargar la Cruz. Llamaron a un diablo ciego, para que el mate al Hijo de Dios, traspasándole con una lanza: -Mata a este hombre con tu lanza, parte el corazón, le dijeron. Cuando le hirió, dos gotitas de sangre salieron del corazón del Hijo del Dios y entraron en los ojos del diablo ciego. De golpe este recobro la vista y se dio cuenta con gran susto que haba herido al Hijo de Dios; -"Este era el Hijo de Dios! ¿Por que me hicieron levantar mi lanza en contra de el?" les pregunto.

Cuando el Hijo de Dios expiro, ese Diablo volvió a quedar ciego de nuevo. Después le enterraron debajo de su casa.

Se apoderaron de todas sus cosas, se adueñaron de la casa y se pusieron a comer todas sus gallinas, también el gallo blanco que era el gallo de Dios. Mientras así estaban comiendo, tres veces se les hizo algo feo, como un temblor que les atravesaba el cuerpo. Ya que eran brujos se asustaron y se preguntaron entre ellos:

-"¿Aun estará viviendo?"

-No , no es posible, seguro se ha muerto. ¿Por que tienen miedo?". Pero despumes el Hijo de Dios resucito. En el mismo instante el gallo blanco se puso a gritar desde la olla en donde le habían cocinado:-"¡Resucita!".

Se sacudió entonces las alas lanzado el ají del caldo en los ojos de los diablos. En eso todos los diablos se volvieron sapos.

El hijo de Dios les mando al Reino de abajo, al infierno.

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