La joven de Chuquircamiri

0
En un pueblo de la antigüedad vivía una pareja de esposos que tenían una hija llamada Kutila a quien amaban y cuidaban celosamente. La joven era muy atractiva pero todo el tiempo se dedicaba al tejido, pues no lo dejaban salir.

Cierta vez, un guapo joven visito la casa de Kutila. Vestía un traje que brillaba en la oscuridad y tanto sus dientes como la chuspa tejida que llevaba eran de oro. Fue tal vez por ello que los viejos pensaron que pertenecía a una rica familia.

Desde aquella fecha, sus visitas a Kutila empezaron a hacerse frecuentes, pero siempre venia de noche y en aquellas muy oscuras aparecía sin ser sentido por nadie en la habitación de Kutila y antes del amanecer, desaprecia se la casa, pues de día no dejaba que nadie lo viera.

Mucho tiempo mantuvieron secretas relaciones hasta que decidieron contraer matrimonio. Repentinamente Kutila empezó ponerse pálida y delgada y su carácter antes alegre se torno esquivo e indiferentes. Los padres suponían que estos cambios se debían a que la pobre no salía de la casa y entonces hicieron que comenzara a tomar un poco de sol para que su piel se tostase. Entretanto, la joven aun no revelaba nada sobre sus amores con aquel visitante desconocido.

Una de las noches en que el joven visito a su novia le pidió que se encontraran en otras parte para hablar  de muchas cosas pues pronto le llevaría a vivir a s casa.

-Espérame mañana en el barranco que hay detrás del pueblo. Nos encontramos a la mitad de la cuesta- dijo, y luego se marcho.

Al día siguiente a la hora y lugar señalando, Kutila esperaba a su amante, a quien no veía por ningún lado. Estaba sola en aquel desierto barranco y el miedo empezó apoderarse de ella, Al poco rato escucho una voz que le decía:"Kutila"...."Kutila"...- entonces volteo y vio una serpiente tendida en el suelo. La joven asustada empezó a gritar, pero la serpiente le hablo tranquilizándola:

-Kutila, no temas de nada, soy yo, tu amado. Ahora escúchame bien a partir de mañana comenzaras a poner huevos. Uno a uno deberás colocarlos en un recipiente y los cuidaras, porque de esos huevos nacerán nuestros hijos-, dicho esto la serpientes desapareció en un abrir y cerrar de ojos.La joven atemorizada regreso llorando a su casa.

Tal como se lo había dicho la serpiente, al día siguiente, la joven puso el primer huevo, y cada día ponía uno, que iba guardando en uno huaculla grande que tapaba cuidadosamente con un plato.

Continuamente Kutila pedía dinero para ir a comprar cebo y leche lo que dejaba a su madre llena de curiosidad. Por otro lado, la muchacha se había vuelto recelosa y prácticamente no permitía que nadie entrara a su cuarto.

Por esa temporada en el pueblo hubo una gran feria, entonces la madre de Kutila la aconsejo que aprovechara y fuera a comprar en el mercado cebo y leche.

La joven de ChuquircamiriKutila se fue muy contenta, mientras su madre, aprovechando la ausencia de la hija, ingreso al cuarto a rebuscar para ver si así averiguaba donde iban a parar tanta leche y cebo. Luego de haber hurgado por todas partes, descubrió la huaculla, la destapo y encontró en su interior varias crías de serpientes. Sorprendida y llena de espanto volvió a colocar el plato sobre la huaculla para impedir que escaparan. Inmediatamente puso a hervir agua ala vez que se rompía la cabeza preguntándose por que su hija estaba criando estas malignas criaturas.

Una vez que estuvo el agua caliente, llevo la olla al cuarto de su hija, destapo la huaculla y hecho el agua hirviendo sobre los ofidios que gritaban desesperados mientras morían.

El joven-serpiente era el diablo, que al escuchar los gritos de sus crías exclamo con potente voz:

-¿Quien sea que esta matando a mis crías, ahora conocerá lo que soy!

Estas voces del demonio se escucharon por todo el pueblo, que de pronto se vio envuelto por una oscura neblina, como humo negro, a la vez se desato una terrible tempestad quedando enseguida todo convertido en grandes peñas. Solo la joven Kutila salvo de quedar transformada en roca, y sorprendida miraba a todos convertidos en piedras, unos vendiendo o comprando, otros paseando o descansando.

Apresuradamente, Kutila regreso a su casa y encontró a su madre también convertida en piedra con una olla en las manos y a sus serpientes muertas en el recipientes.

De esta manera el pueblo quedo en un bosque de piedras con forma humana y así quedaron hasta el fin de todos los tiempos. Kutila solitaria sigue viviendo allí y vigilando siempre que nadie ingrese y si alguien se atreviera quedara también convertido en piedra.

Dicen que este pueblo de Chuquircamiri tiene ocultas grandes cantidades de oro, pero el que intente extraerlo morirá, por que este es le pueblo del diablo.










Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios