Pariacaca y Huallallo Carhuincho

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Cuando Pariacaca tomo ya la figura humana, cuando era ya hombre grande, se dirigió hacia Pariacaca de arriba, al sitio que habitaba Huallallo Carhuincho. En ese tiempo, en una estrecha quebrada que había muy debajo de Huarochiri, existía un pueblo yunca; se llamaba Huayquihusa. Los hombres de ese pueblo celebraban una gran fiesta: era día de bebida grande. Y cuando estaban bebiendo, asi, en grande, Pariacaca llego a ese pueblo. Pero no se dio a conocer; se sentó en un
Pariacaca y Huallallo Carhuincho
extremo del sitio que ocupaba la concurrencia, como si fuera un hombre muy pobre. Y cuando se sentó de ese modo, en todo el día, ni una sola persona le convido nada. Una mujer común se dio cuenta del aislamiento en que estuvo Pariacaca;”¿Como posible que este pobre hombre no le hayan invitado nada?” diciendo, le llevo chicha en un mate grande, blanco. Entonces el le dijo: “Hermana: eres bienaventurada por haberme servido esta chicha; de hoy a cinco días mas, no sabes todo lo que ocurrirá en este pueblo. Por eso, aquel día, tu no debes estar aquí; no sea que confundiéndote a ti y a tus hijos con los otros, les pueda matar yo mismo. Estos hombres me han causado ira”, siguió hablándole:” No has de comunicarte nada de lo que te digo a estos hombres porque si algo los dijeras, a ti también te matare”. Obedeciendo la advertencia, esa mujer se retiro del pueblo antes del quinto día, en compañía de sus hijos y de sus hermanos. Mientras tanto, los hombres del pueblo siguieron bebiendo sin temor ni pena.

Al mismo tiempo, el tal llamado Pariacaca, subió hasta la montaña que esta en la parte alta de Huarochiri. Esa montaña se llama ahora ”Macacoto” y el otro cerro, próximo, se llama ”Puypuhuana”. Y así, la ruta que seguimos para bajar a Huarochiri, se llama del mismo modo que los cerros. En esa montaña, Pariacaca empezó a crecer, y haciendo caer huevos de nieve(granizo) roja y amarilla, arrastro a los hombres del pueblo y a todas sus casas hasta el mar, sin perdornar a uno solo de los otros pueblos. Fue entonces que las aguas, corriendo en avalanchas, formaron las quebradas que existen en las alturas de Huarochirí. Y cuando desapareció todo, algunos de los hombres del pueblo (de Huayquihuso) bajaron a la zona  caliente(yuncacuna), silenciosamente, sin hablar y sin que nadie los advirtiera. Se fueron hasta las chacras de Cupara. Y allí, los que habitaban ese pueblo Cupara, padeciendo se la sequedad de la tierra, sobrevivieron llevando agua de un manantial. El manantial salía de una montaña grande que esta arriba de San Lorenzo. Esa montaña, ahora, se llama Sunacaca. Alli había una laguna grande. De ella guiaban el agua hasta otras lagunas pequeñas y llamándolas, se surtían de agua para regar. En aquel tiempo, vivía una mujer muy hermosa en el pueblo del que hablamos, ella se llamaba Chuquisuso. Un día regaba, llorando, su campo de maíz, lloraba porque la poquísima agua no alcanzaba a mojar la tierra seca. Entonces Pariacaca, bajo, y con su manto tapo la bocatoma de la laguna pequeña, La mujer lloro mas dolorosamente, viendo que la poquísima agua desapareciera. Asi la encontró Pariacaca, y le pregunto: “Hermana;¿Por qué sufres?”. Y ella le contesto:”Mi campo de maíz muere de sed”. “No sufras-le dijo Pariacaca- Yo haré que venga mucha agua de la laguna que tiene ustedes en la altura; pero acepta dormir antes conmigo. ”Has venir el agua, primero. Cuando mi campo de maíz este regado, dormiré contigo”, le contesto ella “Esta bien”, acepto Pariacaca, e hizo que viniera mucho agua. La mujer  feliz , regó los sembrados,”Ahora, vamos a dormir”, le dijo Pariacaca: “Todavía no, pasado mañana”, le dijo ella. Y como Pariacaca la amaba mucho, le prometió de todo, porque deseaba dormir con ella.”Voy a convertir estos campos en tierra con riego, con agua que vendrá del rio, le dijo. “Has primero esa obra, después dormiré contigo”, dijo ella. “Esta bien, contesto Pariacaca y acepto.

Pariacaca y Huallallo CarhuinchoEn ese tiempo, los pueblos yuncas tenían, para regar susu tierras, “un acueducto muy pequeño que salía de una quebrada que se llamaba Cocachalla y que estaba un poco arriba de San Lorenzo. Pariacaca convirtió ese acueducto en una acequia ancha, con mucha agua y la hizo llegar hasta las chacras se los hombres del Huaracupara. Los pumas, los zorros, las serpientes, los pájaros de toda clase, barrieron el piso acueducto, lo hicieron ellos. Y para hacer el trabajo, todos los animales se organizaron “¿Quién va guiar. “Yo, antes que todos”, 2Yo”, “Yo”, reclamaban. Gano el zorro.”Yo soy el curaca; voy a ir por delante”, dijo. Y comenzó el trabajo, encabezando a los otros animales. El zorro guiaba la obra, los otros le seguían. Y cuando iba avanzando el trabajo, por encima de San Lorenzo, en un cerro, de repente se echo, a volar una perdiz, salto;!Pisc, pisc”, gritando. El zorro quedo aturdido “!Huac!”, diciendo, se cayo , rodo hacia abajo. Los animales se enfurecieron e hicieron subir a la serpiente. Dicen que si el zorro no se hubiera caído, el acueducto hubiera seguido por una ruta mas alta; ahora pasa un poco por debajo. Y aun se ve muy claro  donde cayo el zorro, el agua baja por allí mismo.

Cuando el acueducto estuvo concluido, Pariacaca le dijo a ala mujer “Vamos a dormir”. Pero ella contesto: “Subamos hacia los precipicios altos: Allí dormiremos”. Y así fue. Durmieron sobre un precipicio que se llama Yanaccacca. Y cuando ya hubieron dormido juntos, la mujer le dijo a Pariacaca:”Vamos a cualquier sitio, los dos”. “Vamos”, respondió el. Y se llevo ala mujer hasta la bocatoma del acueducto de Cocochalla. Cuando llegaron al sitio esa mujer llamada Chuqisuso dijo: “Voy a quedarme en el borde de ese acueducto”, e inmediatamente, se convirtió en yerta piedra. Pariacaca siguió cuesta arriba, siguió caminando hacia arriba. Pero de este suceso hablaremos después. En la boca-toma de la laguna, sobre el acueducto, una mujer de helada piedra esta  ella es la que se llama Chuquisuso. Y cuando hicieron otro acueducto, por una zona mas alta, también en este tiempo y en ese lugar llamado Huincompa, esta ahora Cuniraya, helado e inerte. Allí fue donde Cuniraya acabo.

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