
Me ataco con golpes fuertes y me sentí impotente de resistir. Me tumbo muchas veces. No me quedaba mas que pedir socorro a gritos... así todavía me dejo libre y como apareció de sorpresa, así también se borro de mi vista al notar que se aproximaban personas.
Efectivamente ante ese pedido de ayuda, acudimos los de la casa y otros mas. Al rato nos hizo detalles entre llanto y desesperación.